El próximo dia 9 de Noviembre, a las 11:30 horas se celebrará una mesa redonda para la presentacion de los resultados finales del Plan Teruel para la Trufa. Ser coordinada por el Director del Proyecto el Doctor Juan José Barriuso.

El lugar de la celebración del acto será  la SUBDELECACIÓN DEL GOBIERNO EN TERUEL.

 

Rogamos la asistencia de todos los asociados y que nos confirmen su asistencia a la Asociación por cualquier medio disponible.

LA TRUFICULTURA
La truficultura en la provincia de Teruel ha pasado de ser un
aprovechamiento forestal ha convertirse en el plazo de 20 años en un
verdadero cultivo en ciertas zonas de la provincia, del cual quedan todavía
muchos aspectos que resultan desconocidos y resulta difícil poder explicar
porque en ciertas parcelas, que en teoría son idóneas para el cultivo no
producen y otras, que aparentemente no son indicadas, producen de forma
normal.
Desde el año 1988 hasta el año 2001, la Diputación Provincial de Teruel
subvencionó la plantación de plantones micorrizados de trufa negra, “Tuber
melanosporum”, en este periodo se justificó la plantación de 658 Has de
terreno y más de 150.000 plantones de encinas, robles y avellano.
Posteriormente, el impulso de plantación se ha mantenido gracias a las
ayudas de forestación de tierras agrícolas que ha otorgado el Gobierno de
Aragón, a través del FEADER y que desde el año 2000 asciende a más de
3.440 Has., con densidades de plantación entre 250-400 plantas/Ha.
Estos antecedentes nos ponen de manifiesto la magnitud de la superficie
destinada a la obtención de trufas, si bien con resultados muy variables. Cabe
destacar que la superficie de melocotón en los municipios englobados en la
DOP “Melocotón de Calanda”, ascienden a 3.400 Ha y destinadas a la
obtención de Melocotón de Calanda son 2.400 Has.
No obstante las producciones siguen siendo las grandes incógnitas,
tanto por el desconocimiento de todos los factores que afectan a la formación
de carpóforo, como por no existir una lonja o mercado que permita cuantificar
la producción real, así como su precio.
A mediados de 2.007 se aprobó por el INIA el proyecto de investigación
titulado “Desarrollo integral de la truficultura de Teruel”, cuyo coordinador
es D. Carlos Palazón Español del CITA y que agrupa a su vez a 7
subproyectos:
Subproyecto 1. Caracterización ecológica de las masas naturales forestales
de Teruel con producción de trufa negra. Elaboración de una cartografía de
suelos potencialmente aptos para la truficultura.
Investigador responsable: Ana Hernández. DIEF-Valonsadero.
Subproyecto 2. Análisis y estudio de los factores bióticos y abióticos que
afectan a la producción y a la calidad de la trufa negra de Teruel.
Investigador responsable: Carlos Colinas. Universidad de Lleida.
Subproyecto 3. Desarrollo de métodos de lucha para el control de parásitos,
patógenos y contaminantes, tanto de la trufa negra como de sus huéspedes.
Investigador responsable: Carlos Palazón. CITA-Aragón.
Subproyecto 4. Métodos de mantenimiento y recuperación de truferas
naturales. Su utilización como áreas cortafuegos. Las carboneras.
Investigador responsable: Santiago Reyna. Fundación CEAM.
Subproyecto 5. Inventario de los hongos micorrícicos competidores y
contaminantes de las plantaciones de trufa negra, en las comarcas productoras
turolenses. Evolución del estatus micorrícico de las truferas en función de
actuaciones externas.
Investigador responsable: Ana de Miguel. Universidad de Navarra.
Subproyecto 6. La post- cosecha de la trufa negra. Desarrollo de métodos de
conservación tanto en fresco como transformadas.
Investigador responsable: Domingo Blanco. Universidad de Zaragoza.
Subproyecto 7 Desarrollo y mantenimiento de red experimental de truficultura
en Teruel.
Investigador responsable. Rogelio Castaño Marqués. DPT
Este proyecto finaliza el año 2010 y con el se pretende poder aportar luz sobre
aspectos importantes de la producción de trufa, que sin ser resultados
concluyentes, permiten avanzar en el conocimiento de ciertos aspectos
relacionados en la producción de carpóforos.
Es obligado mencionar la inestimable colaboración de los truficultores de la
provincia en la cesión de sus parcelas para las experiencias planteadas, aun a
riesgo de la producción del año.
Es de especial interés, dado el tema de la mesa de trabajo, el subproyecto
número 4, cuyo objetivo es evaluar la efectividad de las plantaciones truferas
en el mantenimiento de las áreas cortafuegos, evaluar la viabilidad de las
plantaciones truferas sobre suelos forestales.
La trufa negra aparece espontáneamente en los bosques calcícolas de Teruel,
siendo uno de los aprovechamientos forestales mediterráneos más rentables y
caracterizándose su aprovechamiento por ser sostenible.
Por otra parte, las áreas cortafuegos son la estructura básica de la selvicultura
preventiva, reduciendo la vulnerabilidad de las masas forestales frente a los
incendios. La ejecución de áreas cortafuegos es muy cara y eso, unido a los
escasos rendimientos del bosque mediterráneo, hace que el mantenimiento de
los cortafuegos sea deficiente en muchos casos. Como el hábitat en el que vive
la trufa negra (bosques abiertos) es semejante a la estructura vegetal de los
cortafuegos, teóricamente es factible cultivar trufas en ellos.
La trufa negra tiene efectos alelopáticos sobre gran parte de la vegetación
herbácea y arbustiva, de forma que reduce la expansión de esta vegetación en
las cercanías del árbol simbionte. En un cortafuego, esto podría suponer un
mejor mantenimiento. Por ello se plantea la posibilidad de introducir
plantaciones truferas en áreas cortafuegos.
Para que estas plantaciones tengan éxito, será necesario por una parte que
reduzcan la expansión de la vegetación espontánea, pero también que acaben
produciendo trufas, lo que asegura la persistencia a largo plazo. En este
sentido, existe un factor que condiciona el éxito de la plantación: la existencia
de abundantes hongos competidores en el suelo, debida a que los cortafuegos
se encuentran sobre suelo forestal (normalmente, las plantaciones se realizan
sobre terreno agrícola). Estos hongos disminuyen la competitividad de las
micorrizas de trufa y la desplazan de las raíces de la planta simbionte.
Desde el punto de vista global de los 7 subproyectos, los resultados del
conjunto de las experiencias deben de servir de base para la formulación de un
Plan de Fomento de la Truficultura, que permita la consideración de la
truficultura como un cultivo, con las ventajas e inconvenientes que implica,.
Es interesante el plantear la creación de un centro de asesoramiento a nuevos
truficultores y de vigilancia fitopatológica, que permita resolver algunas de las
dudas que surgen a nuevos cultivadores, aprovechando las conclusiones que
se obtengan y prolongando las investigaciones de los subproyectos que
todavía no obtengan resultados concluyentes; y debe fomentarse un programa
de certificación del producto, tanto en planta micorrizada como en trufa, vía la
constitución de una IGP o elemento equivalente.
La producción de trufa, como otros aprovechamientos agrícolas/forestales,
deben de enmarcarse no en una dedicación exclusiva de la población, esta
posibilidad se encuentra limitada, sino en un complemento interesante de
rentas a gran parte de ella, como ocurre con otros cultivos como el azafrán, en
otras zonas de la provincia.