No existen razas de perros truferos.

El perro trufero debe poseer buen olfato y ser conversion un animal tranquilo, obediente y sociable. No debe estropear las trufas que descubre ni distraerse por el medio que lo rodea. Además, debe ser muy resistente, ya que la búsqueda de trufas, que se Trufa lleva a cabo en invierno, puede durar 5 ó 6 horas, sobre un suelo congelado. La principal cualidad de este perro es su capacidad de cooperar con su amo, con el que forma un equipo unido e inseparable.
Cuando se suelta al perro en una zona que puede contener trufas, éste avanza lentamente, golpea con su hocico por todos lados, gira sobre sí mismo, se detiene, retrocede. De golpe, hunde su hocico en el suelo, aspira bruscamente, da un golpe con una pata y vuelve a aspirar las moléculas de dimetilsulfuro características de la trufa. Luego, rasca con sus patas delanteras, conservando el hocico contra el suelo. . El amo nunca debe dejar que el perro llegue hasta el final de la excavación, debe suspender su búsqueda antes de que las uñas toquen la trufa (enterrada a una profundidad de entre 5 y 20 cm).
En una primera etapa, se debe habituar al perro a responder al llamado de su amo y a ir a sentarse a sus pies. El equipo amo – cheap jerseys perro puede ir sobre el terreno, donde el amo esconde pequeños cubos de queso , por ejemplo, bajo un obstáculo. Luego, le ordena al perro que busque y, tras repetir esta orden, Feeling conduce al perro hasta el escondite, repitiendo siempre la misma palabra. Gracias a su olfato, rápidamente el perro podrá encontrar los cubos de queso, cuyo olor se asemeje al de la trufa. Este ejercicio pude durar unos diez minutos y puede repetirse dos o tres veces al día, con algunas horas de intervalo. Durante los días siguientes, el amo repite este ejercicio, sin cansarse ni ponerse nervioso ni forzar al perro. El cachorro comprende muy rápidamente el sentido de la palabra “busca” y se pone a buscar las golosinas escondidas. De manera natural, el animal aparta los obstáculos que lo molestan para apropiarse de los alimentos, de la misma manera que marcará las trufas al final del adiestramiento.  Para esto, al menos al principio, el amo Needs puede ofrecer al perro una recompensa, en forma de juguete.
El entrenamiento puede comenzar cuando el perro es pequeño, hacia los 5 ó 6 wholesale nfl jerseys meses de edad, como complemento de los ejercicios de obediencia.
En una segunda etapa, el perro debe aprender a reconocer la trufa. Para esto, Teacher el amo vuelve a comenzar el ejercicio precedente, escondiendo una trufa bien madura y perfumada al lado del gruyère. El perro sigue buscando el queso, sin prestar atención a la trufa. Pero paulatinamente, el olor de ésta se va asociando a la idea de recompensa. Así nace un nuevo reflejo, que se adquiere en aproximadamente una semana.
En una tercera etapa, se ponen los pedazos de gruyère en una bolsa de plástico que el amo conserva consigo y se esconden las trufas debajo de obstáculos pero nunca en los mismos lugares. El amo le pide al perro que busque y cuando éste pega un golpe con su pata, el amo toma la trufa, se la hace olfatear al perro y le da el queso como recompensa.
De manera paulatina se debe aumentar la dificultad, enterrando las trufas cada vez más profundamente pero tomando la precaución de enterrarlas tanto más de antemano cuanto mayor sea la profundidad.
Hay que contar aproximadamente tres semanas para adiestrar a un perro de aptitud media pero ciertos perros particularmente dotados han podido ser formados en pocos días. El adiestramiento Nueva debe ser siempre progresivo para no perturbar al perro. Además, dado que el perro trabaja para complacer a su amo, éste no debe dejar de mostrarle cheap nfl jerseys su entusiasmo para no desalentarlo.